
Sombras en Palenque
San Basilio de Palenque, Colombia
2019-2022
Johanna Luna
Cálido, muy cálido, húmedo, vegetal, pavimento, pavimento con grietas, pavimento, al fin y al cabo.
Casa, 40 segundos, casa, 30 segundos, casa, 20 segundos, casa, casa, casa, casa, casa, casa, casa.
¿Llegamos?
Casa, casa, casa, casa, casa, casa. Cementerio, I love Palenque. Tierra, piedras, casa, casa, casa, casa, casa, plaza, iglesia.
¿llegamos? Llegamos.






Territorio
Barrio arriba / Barrio abajo














Fachada
Sombria
Follaje
Sombrio
Materia viva
¿Que pretendes?
s o m b r a h a b i t a b l e











































Linea
Recorrido
¿Quién habita?
Punto
Cuadros

Lenguaje
Construcción

Silencio sombrio

En el corregimiento de San Basilio de Palenque, municipio de Mahates en el departamento de Bolívar (Colombia), la vida cotidiana se despliega en los espacios exteriores, especialmente aquellos donde la sombra —producida por árboles y estructuras arquitectónicas— se convierte en refugio. Bajo estas sombras se dan encuentros espontáneos: ocio, labores, juegos, conversaciones y silencios compartidos. Estas dinámicas responden tanto al clima —de altas temperaturas— como a una cultura comunitaria que se teje desde colectivo.
Desde el habitar y una observación sensible de estos espacios efímeros, surgen preguntas como: ¿Quiénes los habitan y en qué momentos?, ¿Cómo se generan las interacciónes sociales a partir de estas sombras?, ¿De qué forma puede la imagen —en movimiento y en sonido— capturar y sugerir estas coreografías cotidianas?
Sombras en Palenque trabaja con la fragmentación, la superposición de planos, la repetición y la sonoridad para construir una narrativa visual evocadora. Las imágenes dialogan con los ritmos y acentos tonales del habla palenquera, una lengua criolla nacida de la fusión entre el castellano y el kikongo, que mantiene huellas sonoras de la herencia africana en sus tonos altos y bajos.
En ese diálogo entre cuerpo, sombra, palabra e historia, estos encuentros tejidos desde lo comunitario se convierten en territorios de resistencia y creación diaria. Las sombras en Palenque no son solo físicas, son también simbólicas: activan una memoria ancestral y colectiva que se construye en la cotidianidad.